Emotiva película China, se nos cuenta la historia de un padre, peleado con su hijo desde hace años, decide ir a visitarlo ya que se encuentra ingresado.
Este viaje le hace conocer mejor a su hijo, y decidir hacer algo por él, así que se interna en la china más tradicional para grabar un espéctaculo de máscaras en un pueblo remoto, este viaje le lleva a conocer una historia paralela a la suya, en la cual se involucra.
Hay que reconocer que fuera de las grandes producciones de artes marciales, y de películas de miedo y gore, ver una película tan sensible de un pais oriental se me ha hecho raro, pero es un historia bonita.
Se hace lento en muchos momentos, así que no la miréis si váis un poco cansados, o podríais quedaros fritos delante de la tele.
Hay que tener en cuenta que el protagonista es Japonés, y que viaja a China, así que el problema de idioma es acentuado, y es parte importante de la película, lo único que sabe mal es que no subtitulen lo que se dice en chino, ya que las conversaciones en Japonés estan dobladas, lógicamente, pero las conversaciones de los chinos no se entiende nada; la ventaja de esto es que nos encontramos como el protagonista, que le cuesta entender y hacerse entender en un pais estranjero.

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