Aquí está la secuela, hace unos días vi la primera, y ya le tenía ganas a esta segunda, y no sé si hay más, habrá que investigar...
Después de ver la primera esta se reafirma en lo mismo, si la visita al dentista es una tortua no mires la película, aquí hay doble ración de bocas abierts y dientes taladrados.
Se tiene que reconocer que esta segunda parte supera la primera, en primer lugar por la ambientación y los efectos empleados, se nota que el presupuesto debía ser mayor, además es una buena continuación, nada forzada y que nos deja cno ganas de volver a ver al dentista atacando bocas.
Esta segunda parte narra cómo nuestro desntisa preferido busca reanudar la vida lejos de su anterior consulta, y va a un pueblecito, donde se convierte en el dentista de los pobre pueblerinos.
Me ha gustado el trato hecho al personaje, que lucha por no volver a derramar sangre, aunque su parte de dentista psicópata le acaba ganando la partida.
No os la perdáis si habéis visto la primera, y si no habéis visto ninguna de las dos os pueden resultar muy entretenidas.

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